Decaf Desk

lunes, 17 de marzo de 2008

No puedo ampliar, porque aca no sueltan prenda, dicen que la echaron porque dormia la siesta debajo de su escritorio, pero no lo creo, asi que nos vamos a quedar con la intriga.


Es una pena que ya no vamos a tener mas historias de ella, que me daba letra, pero al menos ahora se, que la cocina va a estar limpia, que el microondas no va a quedar apestando a pescado y que no va a torturar a nadie con ese ruido que hacia con la nariz como absorviendo sus mocos, un verdadero asco.

Aca siempre te dicen a modo de consejo que tengas cuidado con lo que deseas, porque puede hacerse realidad, y ella me dijo el otro dia, que este era su ultimo año en el canal, pero, se le adelanto el pronostico.

Para ilustrar les dejo una foto de su escritorio, mitad farmacia, mitad almacen multirubro, por ahi una imagen sirve mejor que cualquier descripcion...




5 comentarios plus:

Martina dijo...

qué lástima que no nos enteremos de la verdadera razón por la que la rajaron!

Bea dijo...

Que chusmas somos! ahahahah pero persevera y triunfaras por ahi mas adelante se filtra la informacion! Besos

Anónimo dijo...

daleee vos podes sacar info daleee

Bere dijo...

Marti: NO se como hacer para sonsacar algo, pero nada...

Bea: Seguiremos investigando.

Cyn: Ojala la info se encontrara en red, jaja.

Anónimo dijo...

Berenjena dice: "Ojala la info se encontrara en red, jaja". Che, yo mencioné eso mismo en otro mensaje y borraste el comentario (claro, siempre es más fácil borrar lo que no nos gusta/no entendemos en lugar de tratar de comprenderlo). Acá va la idea nuevamente: buscaste en la red si esta persona (que a mí no me consta que sea loca, solo me consta que es diferente a vos) tiene su propio blog? En ese caso, sería interesante ver qué dice de vos y de la oficina. Siempre es educativo escuchar otras campanas y plantearse si esas voces, quizás, a lo mejor, tienen algo de razón.

Hawkins dice que hay tres tipos de historias: las que nosotros contamos sobre nosotros mismos (por ejemplo, este blog), las que otros nos cuentan sobre nosotros mismos (por ejemplo, "Te acordás cuando fuimos a ... y vos dijiste ..."), y las que otros le cuentan a otros sobre nosotros (y esas nunca las escucharemos).